Después de algo de experiencia entrenando con jugadores de
los más diversos niveles, e introducir personas al deporte, se me ha ocurrido
una aproximación sistemática a la progresión de habilidades a ser entrenadas en
ultimate.
La idea es entender por qué conviene empezar y con que
seguir, para maximizar la efectividad del entrenamiento y el disfrute del
entrenado.
Me disculpo por anticipado si el lenguaje o conceptos no son
usados con rigurosa precisión. Escribo desde la experiencia y no desde el
conocimiento teórico de la educación física. Es mi intento de explicación
conceptual de algo que empecé a hacer instintivamente, y que probablemente tenga mucho espacio para ser criticado y mejorado.
Empecemos por una distinción esquemática de habilidades
deportivas.
Físico: En esta categoría entra la potencia, velocidad,
resistencia aeróbica, predisposición a lesiones, recuperación muscular,
flexibilidad. Son las características corporales que aportan el potencial para
el desarrollo de un deportista.
Psicomotriz: Empezando por agilidad, también cambios de
dirección, mecánica del correr, saltar y lanzar, aterrizajes, recibir pases. Es
la transformación eficiente del potencial corporal en recursos específicos del
ultimate.
Técnica: Es la introducción del factor competitivo. La
capacidad de seleccionar y utilizar satisfactoriamente las habilidades
psicomotrices más adecuadas de nuestro "repertorio" para cada
situación específica del juego. Lanzar con marca (amagar), lanzar a un
compañero en movimiento, desmarcarse cortando. Pasa mucho por el desafío individual contra un contrincante.
Estrategia: Ultima categoría, es la capacidad de incorporar
la técnica de varios participantes en una dinámica de equipo, poder entender el desarrollo
del juego analizando el desempeño de todos mis compañeros y oponentes, y actuar
con coherencia respecto a las circunstancias. Desde forzar un lado en defensa,
formaciones y jugadas. El límite lo pondría en el gol, en el punto por punto. El manejo de la progresión de un partido pertenece a un supra nivel.
Podemos pensar estos cuatro niveles como una escala de
grises, una transición entre extremos. La relación entre ellos se puede asociar
con el modelo cibernético y sus vínculos jerárquicos de condicionamiento y
control. Como tipos ideales, los extremos se podrían definir como:
-
Las capacidades físicas, en un extremo, no
tienen componentes experienciales (el saber preparar y conducir entrenamientos
físicos no entra en este esquema de habilidades especificas para ultimate). Se
entrenan por mera repetición, esfuerzo y mucha voluntad. Básicamente gimnasio y
pista. Pongámosle nombre a un hipotético jugador que solo se concentra en este
extremo: el atleta (no es un término que se ajuste perfectamente, pero tomando
una definición especifica es el que más se acerca a la idea que busco
representar). Condicionamiento puro, según el modelo cibernético.
-
En el extremo opuesto, la estrategia es
conocimiento puramente teórico. A través de
observación, y conocimientos conceptuales y estadísticos se puede entender
la dinámica en cancha. El nombre del tipo ideal de persona puramente enfocada
en la estrategia sería: el fanático espectador. Como comentaristas
profesionales de fútbol, que entienden el juego pero no podrían pararse en la
cancha a hacerlo ellos mismos. Nivel de control puro, según el modelo cibernético.
Gestión/Conducción: Es un supra nivel, o sea que está
presente en todos los niveles antes mencionados y en cualquier momento de la
actividad deportiva. Además, no comparte las formas de “entrenamiento” o
desarrollo de las otras categorías. No depende del nivel de experiencia del
jugador, cualquiera puede aportar desde toma de decisiones estratégicas, dar
consejos a compañeros, encargarse de comunicaciones o logísticas, o hasta
animar al equipo. Si depende de
capacidades como liderazgo, carisma, actitud, autocontrol. Es el nivel donde se
mueve el factor humano, el componente social. Por sobre todo, es también el
plano donde se juega nuestro preciado Espíritu de Juego.
Entonces, ¿Cuál es el lugar más apropiado para la
introducción al ultimate?
Asumimos el nivel de gestión/conducción siempre presente,
que se va incorporando lentamente, paralelo a todas las actividades. Hagamos
una aproximación positiva y negativa a los cuatro niveles restantes.
Por la negativa: Hay que descartar el uso intensivo de prácticas
enfocadas a los niveles físico y estratégico. Entrenar físico poco dice del
deporte, y los resultados son difíciles de apreciar. El nivel estratégico es
difícil de entender sin una base, y aunque se entendiera, un jugador/a no
podría llevar a cabo su tarea satisfactoriamente por falta de técnica. Un
jugador puramente estratega, en ofensa, como mucho, no estorbaría a sus
compañeros, sin participar el mismo. En defensa simplemente sería un “espanta pájaros”
(efecto disuasivo puramente visual, al que un oponente experimentado se adapta rápidamente).
Por la positiva: Los niveles intermedios, psicomotriz y
técnico, trabajan con habilidades simples y que no se pierden (como el físico),
permiten la introducción inmediata del disco y el factor competitivo. Además
aportan indirectamente a los otros niveles, ya que el físico como mínimo se
mantiene y la estrategia es más entendible al haber pasado por el
posicionamiento en la cancha.
En conclusión, mi postura es que el deporte debe ser
introducido a partir de los niveles psicomotriz y técnico. El físico superlativo
y estrategias complejas solo son útiles en un nivel alto de competición. La postura
inicial debe ser la de promover la diversidad de recursos, cuya eficacia será
probada en la práctica (gracias a mucho tiempo de juego), y así, cada jugador “descubre”
cuáles son los recursos más importantes, en vez de tener que creerle a un
entrenador.
En este esquema merece una mención especial la importancia
de dedicar mucho tiempo al juego, quizás con consignas y propuestas diferentes,
pero juego al fin, donde todo se practica simultáneamente y se produce la mayor
cantidad de diversión.
M.R.Gottschalk
BR24